Esta receta la encontré en la página
de Directo al paladar, una web fantástica que voy recomendando a
todo el mundo, jeje.
Esta tarta o coca, como
queráis llamarla, es perfecta para una comida o una cena. Por sus
ingredientes podría parecer una pizza, pero la diferencia está en
la masa, que le da un punto diferente.
Ingredientes
1
lámina de hojaldre o de masa quebrada
100
g de calabacín,
125
g de queso mozzarella fresco o mozzarella en lonchas
100
g de champiñones frescos,
2
cucharadas de salsa de tomate,
1
cucharada de aceite de oliva,
sal
y
pimienta.
Elaboración
Cortamos
el calabacín en rodajas muy finas, lavamos los champiñones y los
cortamos en láminas. Precalentamos el horno a 180 grados.
Extendemos
la lámina de hojaldre en el molde y la pinchamos por su superficie.
En lugar de hojaldre también se puede usar masa quebrada, como he
hecho yo en esta receta. La masa quebrada, por lo que he podido leer
por ahí, no necesita cocción previa (cocción en blanco, que lo
llaman) si lo que colocamos encima son productos sólidos. Si lo que
colocáramos encima fueran líquidos, tipo quiche, sí deberíamos
hornear antes la masa.
Si
no usamos un molde, podemos extenderla encima de una bandeja untada
con mantequilla o con papel de hornear, le marcamos un borde de un
centímetro y pinchamos con un tenedor por el resto de la superficie.
De esta forma el borde se levantará.
Se
añaden ahora las dos cucharadas de salsa de tomate (siempre mejor
casero que de bote).
Colocamos
el queso en trozos o las lonchas por toda la superficie (yo he usado
los dos tipos de mozzarella y prefiero la de lonchas) y el calabacín
y los champiñones por encima del queso, salpimentamos y añadimos la
cucharada de aceite de oliva por todas las verduras. Se hornea la
tarta durante media hora o hasta que se vea el calabacín hecho.
A ser posible, servidla caliente y ¡a disfrutar!
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